Director 2007.11.26

Me preocupa muchísimo la idea de que al llegar el momento de mi comentario diario, los antidemócratas muevan el dial del receptor de radio y pasen a oír o escuchar otra Emisora porque adivinan lo que voy a decir: lo que ellos suponen que voy a decir.
Mil veces me habrán oído decir que al otro lado están radioyentes de todas las tendencias políticas o simplemente de simpatizantes de tal o cual Partido Político. Y cada uno de ellos tiene su corazoncito y les molesta mucho que el comentario que pueda salir en antena o que queda colgado en nuestro “bog” no esté enfocado a resaltar las cualidades de su líder, de su pequeño dios. Porque para ese creyente, militante, simpatizante, fanático o como quiera que se defina, la única verdad está en posesión del candidato que él ha escogido: ese que llena la felicidad y el progreso de su hogar; ese que lo protege en su trabajo; ese por el que es capaz de renunciar a sus amigos de toda la vida, en el supuesto de que no estén de acuerdo con la doctrina de su dios; ese que sabe dividir a las masas para que éstas nunca puedan causarle quebraderos de cabeza… En fin. Ese que lo tiene todo y que lo sabe todo.
Si se acercaron esta mañana a las páginas de los Diarios, habrán observado que por enésima vez este medio informativo ha acertado en sus predicciones. El problema del botellón no se arregla, porque nadie quiere perder votos el día 9 de marzo. Y el que duerma o no duerma la gente de las zonas afectadas no sé si influirá en el resultado de las elecciones; ya que –una vez contados los votos- lo que la gente quiere es la continuidad: nada de cambios. Los que están, déjenlos estar. Y máximo ahora, cuando el dios de los dioses nos pide una mayoría absoluta para implantar las mismas líneas políticas que su gran amigo Hugo Chávez y su clonado, el boliviano Morales.
¡Ah!. Y seguimos acertando la quiniela… el área textil, La Toja, Fadesa, Fábrica de Armas… y como diría nuestro inolvidable Manuel Roldán, “suma y sigue”.