lunes, 1 de octubre de 2007

Director 2007.10.01

Los que ya tienen edad de votar y votaron hace tres años y medio, supongo que no sabrán que hace unas cuantas décadas que un niño ruso que se llamaba Pablick Musoroff (no recuerdo bien como se escribe. Pero así se pronuncia) denunció a sus padres y hermanos porque en casa se hablaba en contra del régimen comunista. Y como premio a su lealtad al Partido Comunista, don José Stalin le premió ordenando el fusilamiento de toda su familia. Y para que sirviese de ejemplo hacia los infantes, adolescentes y jóvenes acordó el bureau del Partido que en las ciudades más importantes se levantase un monumento de Pablick Musoroff, como reconocimiento y premio a su patriotismo.
Pero su ejemplo no se quedó entre las fronteras rusas, sino que se fue exportando y se sigue exportando. Y hasta donde mi información llega, en la añorada isla de Cuba, don Fidel Castro levantó un monumento (debió ser de los primeros) al joven Pablick Musoroff, para que entre la juventud cunda el ejemplo.
Hasta aquí, todo está claro, quedó claro, ¿verdad?... Pues hete aquí que en un pedazo de tierra hispana, llamada Cataluña, se va a erigir o se está erigiendo un monumento al mencionado Pablick Musoroff, para que los niños catalanes sigan el ejemplo del joven ruso y denuncien a sus padres, hermanos o a quienes quieran por hablar castellano en la intimidad o en la calle. El problema que se les va a presentar a los catalanes que están ocupando los más altos cargos de los poderes, es en qué lugares y horas se llevarán a cabo esos posibles fusilamientos, en agradecimiento a los futuros “Pablicks” catalanes.
Vamos a ver, señoras y señores. Perdonen que siga insistiendo en que estamos entrando en una dinámica muy peligrosa: ataques frontales a la Casa Real por parte de la Izquierda Republicana Catalana, y del señor Anasagasti, en representación vasca y por parte del Bloque Nacionalista Gallego, en la figura del señor Antón; intento de que sea el Presidente del Gobierno Español y no el Rey quien asuma la Capitanía de nuestras Fuerzas Armadas, cuando éstas han declarado hace 48 horas su lealtad al Jefe del Estado; desprecio hacia todos los españoles, considerándoles raza inferior a la catalana (pedir copia del programa de la señora Capoy, del día 27 de septiembre pasado); desprecio y quema de nuestra enseña nacional, en repetidas veces; organizar una exposición en la que se pudo ver como le ponían en la boca un pene a Jesús, mientras arrastraba la santa cruz… y cómo se sodomizaba al Papa Juan Pablo II, entre otras lindezas y subvencionadas con el dinero de todos los españoles… sin mencionar la discriminación que se acaba de hacer en cuanto a la distribución de los presupuestos del Estado, a nivel nacional, con respeto a las Autonomías que no son Cataluña y Andalucía.
Si algunos españoles quieren seguir siendo imagen y semejanza a la exposición ya mencionada, están en su pleno derecho. Pero el resto de los españoles, si es que por las venas no discurre horchata, tenemos que responder a tantas ofensas… sin ofender y sin ningún tipo de violencia. Y la manera de hacerlo es no comprando productos catalanes. Pero no comprándoles nada de nada. Ni coches SEAT; ni gaseosa o cava o como diablos se llame ese vino gaseado; ni acudir al estadio de futbol cuando juegue un equipo catalán. (Por cierto, no acabo de entender porqué siguen jugando en la Liga Española, cuando en el centro del Estadio del Barcelona se escribió aquello de “Catalonne is not Spain”). Y el que siga comprando productos catalanes o acuda a los Campos de Futbol que se atenga a las consecuencias de los fanáticos españoles, que también los hay a este lado de la alambrada.
Si de verdad tuviésemos orgullo de nuestros ancestros, y en honor a ellos, y llevásemos a cabo tal bloqueo y sin violencia… les puedo asegurar que en un plazo no superior a los cien días, todas esas bandas de separatistas pondrían sus barbas a remojar… y los componentes de esa raza superior a la de las demás Comunidades Hispánicas, marcharían hasta “Madrit” de rodillas.
Y lo que más me cabrea es que la Figura del garante de la Unidad de España está de vacaciones o le importa dos conejos todo esto que está cayendo. A parte del Pacto del Tinell, ¿cuánto más tenemos que soportar los no separatistas, Majestad?

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