sábado, 16 de febrero de 2008

Director 2008.02.16

Debido a nuestra profesión y a largo de la misma conocemos a personajes de todas las razas y de todos los estratos sociales . También hemos entrevistado (unas veces con éxito; otras, de auténtico fracaso) a personas accesibles, receptivas, educadas y comprensivas: curiosamente suelen ser menos. Y es que cuando se sienten acosados –o simplemente, solicitados- por los medios de comunicación,… sin saber porqué y como por obra de gracia se convierten en reyes y reinas del mambo… excepto el señor Barrié de la Maza, pues cuando comprobó lo joven e inexperto que era, me animó con las siguientes palabras: “joven, ya verás como lo vamos hacer bien”.
Se preguntarán a qué viene este preámbulo. Pues que acabo de recordar que en el día de ayer se han cumplido 43 años de la desaparición física de un cantante norteamericano: Nat King Cole, al que conocí personalmente en casa de un amigo común.
Nathaniel Adams Coles nació el 17 de marzo de 1917 en Montgomery, Estado de Alabama, donde su padre ejercía como Pastor Protestante, aunque se crió en la ciudad de Chicago. Su precoz talento musical le llevó a actuar desde los 12 años como organista en la Parroquia de su padre, y a formar su primera banda de jazz. "The Twelve Royal Dukes", a los 17 años, aunque su carrera como músico profesional no empezaría hasta 1936, año en que, tras finalizar sus estudios secundarios, realizó su debut discográfico acompañando a su hermano mayor Eddie, músico profesional (contrabajista) al igual que sus otros hermanos, Fred e Isaac. Durante los dos años siguientes, el joven pianista recorrería buena parte de los Estados Unidos como miembro de diversas compañías de revistas hasta que, en 1938, decidió instalarse en Los Ángeles, suprimir la "s" de su apellido y, tras realizar algunas grabaciones con la Banda de Lionel Hampton, formar su propio trío de jazz junto al guitarrista Oscar Moore y el contrabajista Wesley Prince. Con este trío, y gracias a un estilo cálido y desenfadado en el que destacaba la ejemplar y equilibrada conjunción de sus tres miembros, Nat King Cole alcanzó rápidamente un notable prestigio como pianista y vocalista. Hay que destacar que, a pesar de adentrarse en un repertorio en principio ajeno a su formación jazzística, Nat King Cole nunca perdió el "swing" y la elegancia naturales que le habían hecho famoso, demostrando que su voz tierna y aterciopelada, no carente de cierto toque humorístico y malicioso. Logró ser el cantante norteamericano más admirado en los países de habla hispana, y a un nivel sólo comparable al de Frank Sinatra o Elvis Presley. Pero tan exitosa trayectoria se vio truncada de forma prematura por un cáncer de garganta que acabó con su vida el 15 de febrero de 1965 en una Clínica de Santa Mónica, California.
Pues bien. Como quiera que ayer se han cumplido los 43 años de la muerte de Nat King Cole, le rendimos este homenaje con una grabación de finales de los años 40 y que fue recuperada en el año de 1953.

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