miércoles, 27 de agosto de 2008

Director 2008.08.12

Después de lo que estamos viendo en Georgia, a través de las televisiones internacionales, y si tenemos un mínimo de responsabilidad dejemos de jugar a ser “la verga de Triana” o a creernos “el ombligo del mundo”, porque los dos últimos espejos Kosovo y Georgia (aun siendo las circunstancias distintas y las ambiciones semejantes) saltaron en añicos, en un abrir y cerrar los ojos… si bien los conflictos bélicos pueden durar más o menos tiempo.
Lo que está quedando claro en no importa que conflicto de intereses es que el mundo se mueve alrededor del poder económico. Y ahora mismo lo estamos viviendo a orillas del Mar Caspio, donde el poder económico gira por la posesión del agua. Y es que toda esa zona, al igual que Iraq es mucho más atractiva por su agua que por cualquier otra riqueza, desde la era Romana (por fijar un antes y un después).
Para quienes somos neófitos en alta economía, y debido al disfraz con que la visten los malos y mediocres políticos, no dejamos de percibir que estamos operando en cada Autonomía con un sentido de la no equidad entre las distintas regiones. Y si las regiones que no se consideran españolas, como son Cataluña (refrendada por el 20% de los catalanes); País Vasco (refrendado por el 12% de los vascuences) o Galicia (por un 11 ó 12% de sus habitantes), les concediésemos la independencia… estoy seguro que antes de cuatro semanas se ponían de rodillas en el suelo y nos pedirían perdón al resto de la Nación española, por el error cometido. Bastaría tan sólo que cada región que busca la independencia dejase el IVA correspondiente a las ventas de sus productos en aquellas Autonomías que se los han comprado. Y para darles una idea de la magnitud que esta práctica les afectaría, imaginen los productos farmacéuticos que se venden por España adelante o los vehículos SEAT y de la prestigiosa Firma alemana , dejando en el lugar de la venta el correspondiente IVA… que sería lo más lógico y justo de este mundo. Lo que no es comprensible es que los estremeños o los madrileños –por poner dos ejemplos- se gasten su dinero y todavía el impuesto IVA se les vaya de las manos para la región donde ya se beneficia del margen comercial que le permite el mercado de oferta y demanda.
Señor Solves, señor Rodríguez Zapatero, como ninguno de los dos ha estudiado económicas, ahí les paso gratuitamente un método justo y que evitaría esta crispación y ese odio que sienten los radicales hacia los que nos sentimos españoles. Ya ven ustedes que no haría falta romperse la sesera para calcular lo que les van a dar a sus adláteres y lo que les quitarán a quienes no les han votado.
Por favor no me envíen el cheque, que esto lo hago por el bien de todos los que no hemos dejado de ser españoles… hasta la médula de los huesos.
Luís de Miranda.

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