lunes, 3 de noviembre de 2008

Director 2008.11.03

Supongo que muchos de ustedes ya estarán enterados de que don José Blanco (Pepiño, cuando le castigaba el profesor de su aldea a barrer la clase) se traslada a los Estados Unidos de Norteamérica para ser uno de los primeros en felicitar personalmente a Obama, y recordarle que el Primer Ministro de España jamás se levantará ante la bandera de barra y estrellas, porque eso es lo que le ha prometido a los votantes de izquierdas.
Intuyo –quizás porque la madurez no hace desconfiados- que lo único que busca Pepiño Blanco es una foto en la que se le vea al lado de Obama, como los chavales la obtienen con su admirado jugador de futbol. Y en el supuesto de que la consiga, gracias a la habilidad del cámara, todos los Canales de Tv mediáticos, así como todos los medios escritos y subvencionados por el Gobierno, nos meterán dia y noche, noche y día, tal fotograma hasta en las cajetillas de cigarrillos, por poner un ejemplo. ¡Ah!. Y se anunciará a bombo y platillo que el señor Obama se encargará personalmente de que España esté presente entre “los 20”… aunque el todavía Presidente de los EE.UU. es quien tiene la última palabra.
Pensemos que el señor Pepiño Blanco nos demostró en su infancia y en su adolescencia que no reúne cualidades para estudiar, de ahí que se le haya ocurrido salir de los EE.UU. e ir directamente hasta la isla de Cuba, en un nuevo desafío al pueblo estadounidense. O, tal vez, no sea nada de eso, sino que aprovecha tan largo viaje para abrazar al hombre que supo socializar a los cubanos e implantar aquí, en nuestra hermosa España, los sistemas de libertad y democracia que se adquieren en las cárceles de la isla. Y también cómo se puede lavar el cerebro de todo un pueblo, aplicando los mismos parámetros de estudios que en Cuba, para que nunca haya diferencias de pensamiento, ni enfrentamientos entre hermanos de sangre.
¡Viva la clonación cubana!.
Luís de Miranda

1 comentario:

Anónimo dijo...
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