miércoles, 5 de noviembre de 2008

Director 2008.11.05

Bueno, me imagino a todos los paniaguados pro-régimen dando saltos de contento por el triunfo del millonario estadounidense, señor Obama. Ahora debemos esperar a que forme su equipo de gobierno y a qué áreas les da preferencia, al tiempo que le deseamos mucha suerte en su gestión y “que Dios bendiga a América”. ¡Ah!... Sólo recordarle a los manipuladores que el porcentaje real, según la votación popular, ha sido de 51 a 49%. O sea que, y por muchos Estados que tiñan de rojo, estas elecciones han estado muy reñidas.
Me gustaría que los españoles en general sacásemos conclusiones sobre el comportamiento de los políticos y de los simpatizantes, ante casi dos años de campaña:
Una.- Que tales campañas no les cuesta a los contribuyentes ni un solo dólar. Cada Candidato se busca la vida como puede. Pero aquí, en nuestra querida España, sin embargo, todo va sobre los contribuyentes: las elecciones autonómicas, las elecciones nacionales, las subvenciones a los Empresarios, las subvenciones a los Sindicatos, etc., etc.
Dos.- Que los pueblos que conocen y practican la democracia, no van a las Sedes del otro Partido a quemarlas, mientras los tildan de asesinos, o a insultar simplemente a sus militantes y simpatizantes.
Tres.- Que en nuestra amada España jamás aprovecharemos gente de valía del Partido de la Oposición para que ocupe puestos de responsabilidad nacional, por culpa de las cuotas de poder, y como ha hecho en la vecina Francia el Presidente de la República, todavía en el poder. ¿Y saben por qué?... Porque nuestros Partidos Políticos son etnias ávidas de interés partidista y no de interés nacional: sólo buscan votos y participación en la tarta repleta de millones de euros.
Me gustaría –y perdónenme por esta opinión muy personal- que algún día, en nuestra Nación española, nos dejásemos de ver el poder como una forma de enriquecimiento unitario, al margen del progreso del País. Si en verdad elegimos la vía política como servicio al pueblo liso y llano (profesión muy honorable, por cierto) es para dedicar todos los conocimientos adquiridos en pos del bienestar nacional, y no como el “modus vivendo” de todos aquellos que sean leales a los dictados de una ideología determinada.
En una palabra. Que las próximas generaciones vean en la política un medio de prosperidad nacional y no un modo de separatismo y preferencia: aquellos que estén con el “César” serán bendecidos y los que no están con el “Cesar” serán condenados al fuego eterno.
Luís de Miranda

1 comentario:

Anónimo dijo...
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