viernes, 28 de septiembre de 2007

A tal Señor, tal honor.

En muy contadas ocasiones nuestros semejantes se merecen un encabezamiento de este tipo. Sin embargo hoy, debo hacérselo llegar a un caballero que ustedes le habrán leído en el anterior blog y que firma bajo el pseudónimo de “Lois”. Este seguidor nuestro me ha criticado, cómo no podía ser de otra forma, con corrección y desaprobando ciertos comentarios míos, sobre tal o cual tema. Y lo que para muchos colegas míos sería un pequeño cabreo, este derecho que le asiste a cualquier radioyente, para este humilde servidor de ustedes es un simple contraste de pareceres, dependiendo del cristal con que lo miramos cada uno. Por lo tanto, desde aquí, le agradezco a LOIS su seguimiento y sus análisis, ya que a través de los errores que cometo diariamente debo, por lógica, irme acercando a la verdad… cuasi absoluta.
Señor Lois, no se preocupe porque un ex colaborador nuestro sea quien suplante su pseudónimo… por dos razones. Una, porque se trata de un pobre diablo que jamás llegará a ser nadie, como siga caminando por la vida cargado de rencor y dejándose usar como comparsa de otros seres mucho más inteligentes que él para intentar seguir haciendo daño a esta Emisora y a esta Unidad Provincial de Minusválidos. Porque, aunque estoy guardando silencio, ya que quiero olvidarme del daño que le hicieron a este colectivo, todavía, al día de hoy, cada uno a su manera y con distintos métodos siguen intentando dañar el incremento de radioyentes. Ese tipo de gentuza no se detiene ante nada y ante nadie. Lo único que les mueve es el rencor y el exceso de vanidad.
Señor Lois, gracias por la aclaratoria que nos ha hecho, pero ya éramos sabedores –después del pasado 24 de agosto de 2007- que lo que tuvimos en esta casa fue un cáncer… con ramificaciones. Y que la mínima disculpa sirvió para descargar toda esa maldad (que algunos humanos llevan a cuestas) contra un servidor; y por ende, contra –repito- la Unidad Provincial de Parapléjicos de La Coruña.
¡Ah!. Le prometo que desde esta fecha prestaré máxima atención y respeto a sus comentarios y a los del resto de intervinientes. Y una vez más, gracias por “condenar rotundamente esos ataques que hemos sufrido”.

No hay comentarios: