Director 2007.10.19

Hace unos cuantos días que un fiel y respetable seguidor de nuestra programación, que firma con el pseudónimo de “Lois”, me preguntaba sobre el Canal-60, ya que el recuerdo que él tiene de dicho Canal de Tv es el de un jovencito que en aquellos días lo único interesante para él –como era lógico- y lo recuerda vagamente es el programa deportivo, cuyo presentador y director era un buen amigo personal mío, Gonzalo: el que años más tarde intentó seguir con la extraordinaria audiencia que teníamos y abrió en la calle La Merced el Canal-41, donde algunos de nosotros le seguimos… hasta que se le presentó la oportunidad de que un galleguito afincado en Miami le propuso absorber dicho Canal y pasó a llamarse “Televisión Coruña”… cuyos restos reposan en la entrada del Polígono Industrial de Pocomaco.
¿Cómo se seleccionaron los profesionales de Canal-60?.- me pregunta.
Después de un “casting” al que habremos acudido unos 150 aspirantes, las columnas vertebrales de aquella televisión estaban colocadas de tal forma que la estructura de aquel proyecto no corría el menor peligro, puesto que los programas de mayor audiencia y responsabilidad recaían sobre profesionales con muchos años de experiencia en la Radio, en Productoras Audio-visuales y en medios escritos. Y curiosamente, aquí, en Radio Social Atlántico, nos hemos encontrado tres de aquella primera y única Emisora Local de Tv que ha tenido La Coruña: Conchi, Fran y un servidor de ustedes.
¿Por qué fue tan breve la duración en antena de Canal-60?- me pregunta.
Es tan grande el respeto que quiero guardar a cuantos hemos conformado el “staff” de Canal-60 que me resulta muy incómodo responder a esa pregunta. Sólo diré que cuando la gestión de cualquier dirección no sigue una línea recta que anule de antemano el mínimo atisbo de opacidad o de sucios comentarios externos e internos, lo más humano y recomendable es bajarse en la próxima parada… quizás, con lágrimas resbalando por las mejillas… Y para no ofender a nadie, yo he sido uno de los primeros que abandonó el barco, con todo el dolor de mi corazón.
Lo único que me gustaría ver, antes de que pase por el crematorio y esparzan mis cenizas, es que nuestra hermosa e incomparable ciudad de La Coruña vuelva a tener una copia exacta de aquel Canal-60. O sea, una televisión local, con temas locales y personalidades locales… o gentes que por sus años de residencia ya se pueden considerar coruñeses.