martes, 30 de octubre de 2007

Director 2007.10.30

Para un hombre del medio, al que pertenezco desde 1953, y salvando las distancias que pueda haber entre las distintas ideologías políticas y religiosas, por momentos siento vergüenza ajena de los que han elegido esta bendita profesión como vocación de servilismo o como necesidad de llevar un mísero sueldo mensual a casa o como adlátere del poder de un determinado Partido Político. Entiendo que no muchos de los mencionados pueden permitirse el lujo de ser independientes; bien, porque su situación económica no se lo permite; o bien, porque están sobornados –de una ú otra forma- por el Grupo, en el cual se cobijan y laboran.
Es posible que a mí se me tache o se me encuadre en un grupo Político, al leer o escuchar mis comentarios diarios. Es posible que cuando no se coincide con las políticas separatistas o de extrema izquierda, lo más fácil es colgarle a uno la etiqueta de la derecha: esa que –según los que no admiten la democracia- dice lo siguiente: “la derecha no ha asumido todavía que perdieron las elecciones de marzo de 2004”.
Como este que escribe y lee diariamente su propio comentario no ha militado jamás en ningún Partido Político, ni ha sido subvencionado, ni vive a cuenta de tal o cual Partido, se puede permitir el lujo de exponer su análisis … guste o no guste a los que no admiten la diversidad de pensamientos o a los que te niegan una comparecencia porque no dices lo que ellos quieren oír o hacer llegar a sus adeptos y fanáticos. Es igual. Es más, prefiero que así sea, porque de esa forma me siento más orgulloso de mi mismo. ¿Y saben por qué?... Porque cuando se toman el trabajo de negar mis invitaciones; porque cuando se toman la molestia de ordenar a sus lacayos y a sus Jefes de Prensa que no acepten mis invitaciones es porque lo que estoy haciendo los desenmascara. O dicho de otra manera. Lo que estoy haciendo lo estoy haciendo bien. De no ser así, nadie, absolutamente nadie hablaría de mí. Y como dice el sabio dicho, “prefiero que la gente hable de mí, aunque sea mal, pero que hable”. Y ello lo he conseguido. Por consiguiente, esta aptitud de desprecio hacia mi persona me demuestra que sí escuchan esta Emisora y mis comentarios, también.
Me imagino que muchos de ustedes ya se habrán enterado de que el fallo del juicio que se ha llevado a cabo por culpa de la matanza habida en Madrid en marzo de 2004 (tres días antes de las votaciones generales), ya está siendo adelantado y manipulado por los grupos mediáticos y afectos al régimen actual. Pues resulta –según el adelanto que hacen los Grupos Prisa y Bocento- que el Partido Socialista Obrero Español no ha tenido nada que ver en los múltiples y falsos testimonios, ni en las pruebas falsificadas, ni el trabas que se han ido poniendo para entorpecer la llegada a la verdad, ni en los suicidas que vestían cuatro o cinco calzoncillos (afirmación de los señores Rodríguez Zapatero e Iñaki Gabilondo), ni en el tipo de las cargas explosivas, ni en la furgoneta “cangú”, etc., etc. De todo eso y más, es probable que haya sido mi vecina del décimo, pues hasta donde yo sé es votante del Partido Popular. Partido, por cierto, que ha sido condenado en el Pacto del Tinell: única Nación, de las 25 que constituyen la Unión, que admite que el resto de Partidos Políticos Españoles hagan causa común para defenestrar e impedir una posible ascensión al poder del Partido de la derecha, por votación popular y universal. Es más, y según nuestra Constitución en vigor, dice que su Majestad Juan Carlos I es el garante de ella. Y este betanceiro no acaba de entender cómo se puede violar la actual Constitución día a día, minuto a minuto, y nuestro Garante no mueva un dedo ni nos diga nada de nada al pueblo liso y llano… ¿Será que nos considerará sus súbditos?

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