lunes, 5 de noviembre de 2007

Director 2007.11.05

Director 2007.11.05
Con un gran esfuerzo por mi parte y haciendo de tripas, corazón, esperé hasta el día de hoy para hacer el comentario sobre la tripulación retenida y detenida en un país, como Chad… hasta anteayer (día 4 del actual) en que el señor Presidente de la República Francesa tomó la decisión de ir a buscar a sus dos periodistas y, para demostrarnos la diferencia existente entre una Nación con prestigio y la nuestra, traer en su avión a la jefa de cabina y sus tres auxiliares, con nacionalidad española.
A mí, como español que soy hasta la médula de los huesos, al enterarme de la buena nueva me cayó la cara de vergüenza. Y supongo que sabrán por qué. Porque cuando a un Gobernante responsable de todos sus ciudadanos, le tocan los cajones de su despacho, la reacción que tiene que tomar es la del señor Sarkocy. Les recuerdo que no hace muchos meses que a Francia intentaron moverle una silla de ese mismo despacho, y su respuesta –de todos conocida- fue “si tengo que usar mi fuerza nuclear para salvar a la Francia, que nadie lo dude”. Algo muy similar dijera el ex Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, cuando los chinos apresaron a los pilotos de aquel avión… Y cuando los responsables de una Nación hablan de esa forma o se presentan personalmente en el lugar del conflicto… el pobre diablo de turno no se enfrenta a ese tipo de decisiones.
¿Cuándo el señor Presidente de Francia, don Nicolás Sarkocy, salió para Chad alguien llegó a creer que iba a regresar con las manos vacías y con la cabeza llena de promesas?.. Ese mismo Presidente, en una acción que merece toda nuestra gratitud, coge el avión y va en busca de dos periodistas de su nacionalidad. Sin embargo nuestro Presidente, con siete ciudadanos españoles expuestos a 10 ó 15 años de trabajos forzados, no ha movido un dedo (según sintieron y declararon las aeromozas) y no dejó de pasearse por España en busca de votos que le aseguren la reelección, no ha movido un dedo en marzo de 2008. Y curiosamente, excepto a los familiares directos de esas mujeres, a los futuros votantes del PSOE les importaron tres pimientos si las féminas se quedaban en el Chad por una o dos décadas, y a trabajos forzados. Lo que vale, lo que merece la pena es seguir con un Presidente que no es capaz de coger un avión de la Fuerza Aérea e ir en busca de sus ciudadanos… pero sí para ir a llevar a su esposa e hija a Londres, de compras.
De ahí que siga insistiendo que los pueblos que merecen respeto tienen a dirigentes con dos pares de cajas de seguridad. Los pueblos tercermundistas y los pueblos acomplejados suelen tener por dirigentes a tontos de capirote o a chulos de barrio.
Luís de Miranda

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los detenidos en Chad eran traficantes de niños que los secuestraban para venderlos a pederastas, ¿si alguien secuestrara a un hijo tuyo para venderlo a pederastas tambien le defenderías?

Esta gente se merecía pasar el resto de su vida en la carcel.