lunes, 3 de diciembre de 2007

Director 2007.12.03

Está tan nutrida la actualidad, en el día de hoy, que uno no sabe por cual de los costados debe hacer frente a la realidad: ¡tan tozuda, ella!
Por un lado, el triunfo del “no” en Venezuela, y por una diferencia que oscila entre el 3 y el 8%. Claro que el verdadero batacazo nunca lo sabremos, ya que durante la noche y en este amanecer (en Caracas son seis horas menos) en la Sede del Consejo Nacional Electoral (o si ustedes lo prefieren, en el “poder electoral”) se está acordando con las distintas corrientes contrarias a Cháves qué tanto por ciento se comunicará a todo el País, ya que la realidad podría provocar tal euforia en los opositores… que el enfrentamiento con los “chapistas” traería irremisiblemente riegos de sangre, como sucediera aquel maldito 4 de febrero de 1992: 122 muertos. Recuerdo ver a la altura del barrio de Las Mercedes, como el río Guaire se llevaba más de una decena de cadáveres.
El otro punto importante de la actualidad es el atentado de ETA, en el que perdió la vida el guardia civil, don Raúl Centeno… y dejó en estado vegetativo a su compañero, don Fernando Trapero, y por consiguiente se teme por su vida.
Ya se habrán enterado ustedes (por cualquier medio que no fuesen los controlados por el régimen) que el señor Zapatero ha sido abucheado por los familiares y amigos de estos jóvenes asesinados por ETA. Repito, jóvenes asesinados por ETA, por medio de un atentado. Pero según la versión oficial, sólo ha sido una fatal coincidencia de que estos jóvenes guardias civiles se hayan encontrado con tres desalmados… y tras el tiroteo… el resultado fue el que fue. ¿De qué tiroteo nos habla el Gobierno, cuando a nuestros guardias civiles no se les permite portar armas de fuego, en territorio francés? Me parece estar viviendo una pesadilla, desde hace tres años, pues lo único que se nos ofrece al pueblo español son mentira tras mentira. Se nos mintió cuando el atentado de la Terminal “T-4” de Barajas, diciéndonos que había sido un triste accidente. Ahora es un “caso fortuito”. Todo aquello que haga ETA no es malo, son fatalidades.
La que no es ninguna fatalidad es la postura del Candidato a La Moncloa, por parte del Partido Popular, don Mariano Rajoy, cuando la semana pasada se negó a acompañar a las víctimas del terrorismo… y sin embargo mañana acompañará a los señores Zapatero, Rubalcaba y Blanco, entre otros y la señora de la Vega, y a los dirigentes políticos de ETA (representados en diversas siglas), y el P.N.V. e Izquierda Republicana de Cataluña y Convergencia y Unión, e Izquierda Unida, y el Bloque Nacionalista Gallego. ¡Bravo, señor Rajoy!. Así se ganan las elecciones: desprecio hacia las víctimas del terrorismo y apoyo incondicional a quienes pactan con los asesinos de 206 guardias civiles y sus familiares más directos. Créame, señor Rajoy, que no entiendo a la mayoría del pueblo español, porque aplaudirle a usted en el día de ayer, durante las honras fúnebres de la última víctima del terrorismo, me eriza el bello de todo mi cuerpo, después del desprecio que les ha hecho usted la semana pasada a las víctimas del terrorismo. Porque no me negará usted que sabe muy bien que a partir de hoy, 3 de diciembre de 2007, a la familia de Raúl Centeno se la tildará de fascista, de ultraderechista, de radical, de vengativa y de todos los epítetos que los votantes y simpatizantes de la izquierda querrán adjudicarles. Y a lo mejor, para que usted logre la cuadratura de círculo, marchará al lado del hermano de nuestro ex Ministro que se le llenó la boca de satisfacción cuando le dijo al Presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo que “el día que ETA asesinó a su hermana y a sus dos sobrinitas, le había tocado la Lotería”. ¡Bravo, señor Rajoy! Y, por favor no me venda la moto, que esa película ya la he visto y conozco el final.

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