jueves, 27 de diciembre de 2007

Director 2007.12.27

Entiendo o quisiera entender que estas fechas son de amor… hacia las personas que nos aman y respetan. Más y a pesar de todo, quienes nos odian no pueden evitar el dar muestras de la hiel que van acumulando en el fondo de sus entrañas: unos con frases o escritos hirientes y otros haciendo lo que dominan desde hace muchos años y haciendo saltar por los aires a cuanto se les ponga por delante. Pues bien. A pesar del último atentado perpetrado por ETA (o debo decir “accidente”, como los califica el señor Rodríguez Zapatero), don Mariano Rajoy sigue jugando el juego que no comprenden los posibles o antiguos votantes de la derecha española. Y no sólo el señor Rajoy, sino que nuestro Jefe del Estado, en el anual mensaje que cada año nos dedica en la Noche Buena, sigue empeñado en regañar a los responsables de los dos Partidos Políticos que ocuparon y ocuparán sus candidatos La Moncloa, con el rimbombante título de “Presidente del Gobierno”. Pero jamás, jamás, se dirigió a los Partidos separatistas y antiespañoles, lo que hace suponer que no quiere herir a los catalanes y que parte de su familia pase a las listas del paro.
Esta es una parte de lo que los ingenuos llaman “democracia”. Y la otra parte, es la que intenta conducir el señor Rajoy, pactando su representante el guión que se llevará a cabo en uno o dos Canales de Televisión con don Pepino Blanco, con la falsedad de que se trata de un debate entre el actual Presidente y el aspirante a ocupar tan alta poltrona. ¿De qué debate estamos hablando, señores Zapatero y Rajoy?... ¿Es que a esta altura del Siglo XXI todavía nos consideran a los votantes españoles unas acémilas… y por tanto, exentos de la capacidad de analizar y pensar?... O sea que llegadas las fechas en que tendrán lugar las puestas en escena de un fraude moral y ético, al “Moderador oficial” le entregarán las preguntas que podrá hacer a las partes, pues las que están en mente del 90% de los votantes han sido calificadas de radicales y de anti sistema.
En fín. Que me gustaría que nuestros hijos y nuestros nietos algún día se den cuenta de que gastar millones y millones de euros en mítines inútiles, en pasquines, en bolígrafos y en traslados no valen para nada, puesto que los votantes de cada grupo político ya se ha puesto las orejeras y no van a cambiar su rancio voto. Así que señores Zapatero y Rajoy no se molesten en dilapidar insultos y en descubrir las corrupciones de los otros pues el “gordo de Navidad” ya ha salido… y termina en “uno”, se pongan ustedes como se pongan. Lo demás es teatro y falta de respeto a una población que quisiera seguir en el puesto que había conseguido, a nivel mundial.

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