viernes, 11 de enero de 2008

Director 2008.01.11

Parece mentira que sigamos enfrascados en el proyecto de Normalización Lingüística, cuando la ciudadanía que anda por la calle (al igual que andamos los españolitos de a pie, o los imbéciles que no ganamos los cuatro mil y pico de euros mensuales, ni nuestros patrones nos premian con 24.000 euros anuales)… Decía que la ciudadanía que anda por la calle y con la que yo hablo (y no los políticos, que sólo escuchan a los adláteres y hablan con los directivos o propietarios de grandes fortunas, con lo cual no se enteran de la misa, la mitad) están hasta más allá de lo que permite la censura con la cuestión de los idiomas. Lo que quiere la ciudadanía es una formación escolar que les permita unos sólidos cimientos para el futuro. Lo que quiere la ciudadanía es que sus hijos hallen trabajo digno y salarios dignos. Lo que quiere la ciudadanía es que la juventud pueda fundar un hogar dentro de una vivienda digna. Lo que quiere la ciudadanía es unos servicios de la Seguridad Social dignos… y no que nos veamos tirados y amontonados por los almacenes como si fuésemos cadáveres en proceso de descomposición. Lo que espera la ciudadanía es que nuestros representantes políticos dejen de ser el hazmerreír y el cabreo más agrio… y dejen de gastar el dinero de los contribuyentes a espuertas, sin ton ni son, basándose en lo que en su día nos dijo una honorable Ministra (¡que Dios la tenga en la gloria!): como el dinero público no es de nadie… Lo que quiere la ciudadanía es que se creen unas leyes de obligatorio cumplimiento para que en los próximos barrios coruñeses no vuelva a suceder lo del barrio de Matogrande: donde a los constructores no se les obligó a que escarbasen el subsuelo y construyesen un mínimo de dos plazas de estacionamiento por vivienda. Lo que quiere la ciudadanía es que a las horas de almuerzo y a las de retirada de la jornada laboral, no nos encontremos con toda la fachada de entrada a la Estación de Autobuses con vehículos en doble fila y obligando a la circulación que usa la Avenida de Chile, Ronda de Outeiro, Avenida de Monelos y Pérez Ardá a que pase por un embudo de un solo carril. Lo que quiere la ciudadanía es que se estudien los problemas del barrio del Castrillón, ¡que no son pocos!, y que la Asociación de Vecinos de dicho rincón coruñés colabore con nuestro Excmo. Ayuntamiento… y viceversa. Es una vergüenza que dilapidemos el dinero público en imponer normas dictatoriales que lo único que se logra con ellas es… un cabreo de tal magnitud que si los coruñeses somos conscientes de los verdaderos problemas que nos aquejan… supongo que cambiaremos el “chip” y, después de los titulares de Prensa del día de hoy, nos daremos cuenta de lo mucho, de lo muchísimo que nos cuesta a los contribuyentes la aventura de los regímenes bipartitos.

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