sábado, 12 de enero de 2008

Director 2008.01.12

En el día de ayer he tenido un almuerzo con una gran dama y con un buen amigo, aunque mi amistad con él sea bastante reciente: aproximadamente, año y medio… y poco más. Sin embargo es un tipo que sí vale la pena, a pesar de su modestia y de su amplia visión de la vida que nos toca vivir a cada uno de nosotros.
En cuanto a tan distinguida señora debo decir que sí es un gran honor tenerla como amiga; ya que es una gallega (ferrolana, por más señas) de la cabeza a los pies. Su infancia estuvo envuelta en la pura cultura gallega y coronada por un idioma que mamó desde niña, como es el gallego.
Durante la comida cada uno de nosotros contamos anécdotas propias; pero sobre todo vivencias y apuntes curiosísimos de nuestros respectivos hijos. Ella, por ejemplo, que voluntariamente quiso estudiar nuestro idioma a fondo, se sentía feliz escuchando a su abuela expresándose en el idioma de Castelao, de Pondal, de Añón, de Curros Enríquez, de Cabanillas, de Otero Pedrayo, de Celso Emilio Ferreiro o de Álvaro Cunqueiro (mi maestro). Pero también, como nosotros dos, éramos conscientes de que a nuestros hijos teníamos que formarlos para un futuro rentable y próspero. Y contra todo ese pronóstico que se nos quiere vender, nuestros hijos tuvimos que educarlos fuera de la Comunidad Gallega y en los idiomas Castellano e Inglés. ¿Y qué resultado han o hemos obtenido?... Que nuestros hijos no saben lo que es el paro… y que todos están trabajando y forjando su futuro y sus hogares fuera de nuestro querido terruño… y de nuestra querida España.
¿Quieren contestarme nuestros demagogos políticos que están haciendo para que nuestros hijos obtengan una formación profesional y unos contratos laborales que no les obliguen a dejar sus orígenes?... ¿Quiere contestarme algún valiente, por qué los altos cargos políticos de España envían a sus hijos a formarse fuera de nuestras fronteras?... ¿Se dan cuenta de que están evitando que nuestros hijos adquieran una formación cultural y profesional acorde con las del resto de la Unión?... Señores míos, señores nuestros, nos ofende la duda de que ustedes crean que no amamos a Galicia y todo cuanto ella encierra en sus entrañas. Lo que sucede, queridos aspirantes de gestión, es que en estos tiempos que nos toca vivir tenemos la obligación de dar la mayor y mejor formación a nuestros descendientes, ya que estamos encuadrados –afortunadamente- dentro de un marco de Naciones; pues, de lo contrario, todo separatista, todo personaje individual se verá arrollado por gentes mucho más preparadas que él… y el fracaso será demoledor. De ahí que exijamos a los poderes públicos que la educación de nuestros hijos tiene y debe ser multinacional y acompañada de armas imprescindibles y mundialmente reconocidas como son los idiomas. Y de momento para abrirse paso cara al futuro estos son el inglés, el castellano o español, el alemán, el japonés…. Y así sucesivamente. Todo irá en función del progreso de las Naciones y de las ofertas razonables, reales, que estas puedan aportar al futuro mediato.

No hay comentarios: