viernes, 18 de enero de 2008

Director 2008.01.18

Se habrán dado cuenta como a medida que se acerca la fecha de las elecciones nacionales los responsables, los abraza-farolas y aspirantes a ocupar un puesto donde puedan mostrarnos la prepotencia y el desprecio que sienten por todos nosotros, los votantes, y de cualquiera de los Partidos Políticos del espectro español, intentan desmarcarse de sus compañeros de “mesa y mantel”, del mismo modo que hacen las ratas ante el hundimiento.
Los que hasta la víspera de la disolución del Gobierno Central se abrazaban y bailaban juntos la danza de una vida esplendorosa y holgada; a partir de ahora actuarán igual que las prostitutas cuando se trata de un buen cliente, sin que sientan el menor rubor por ese cambio de comportamiento e ideas.
Ahora bien, cuando el próximo 9 de marzo queden sumadas la totalidad de las papeletas, se despojarán de la piel de cordero y aparecerán como realmente son: unos hambrientos de poder, sin ningún escrúpulo, y con unas ganas infinitas de gobernar y gobernarnos nuestras vidas.
Curiosamente y lamentablemente esta es la generalización de la calle. Esa es la realidad, la triste realidad, que ningún político quiere oír. De ahí que a medida que van pasando los años el porcentaje de abstenciones siga creciendo de manera alarmante. Pero esta verdad, esta cruda verdad, a nuestros políticos les importa tres pepinos. Lo importante para ellos es llegar al poder y mantenerse en él el mayor tiempo posible, con “pacto del Tinell”, con atentados, con el desmembramiento de la Nación española, con el sistema electoral antidemocrático o con lo que se tercie… Al fin y al cabo el votante español es fiel a sus creencias y poco o nada importa que los representantes del Partido de sus amores sean pro-nacionalistas o anti-nacionalistas, separatistas o conservadores, terroristas o gente de paz… Al votante español, por no conocer la democracia… ni practicarla, le suda lo que otros Partidos puedan exponer o presentar. Por lo tanto, desde esta silla colocada ante el ordenador, pienso que es un gasto innecesario el que cada Partido Político va a gastar en la campaña electoral: millones y millones de euros entre publicidad televisiva, radiofónica, escrita y virtual… pero sólo, sólo, sólo, en aquellos medios informativos que les bailen las aguas. Y cero, cero, cero patatero, a quienes puedan o pudieran criticarles. En lo que ellos entienden por democracia, está la venganza. Y esa arma, les doy mi palabra de honor, que la saben manejar a las mil maravillas. Y si dudan de ello, observen adónde van a parar ese gigantesco baile de millones de euros.

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