sábado, 19 de enero de 2008

Director 2008.01.19

Créanme que estoy más que harto de tener que lanzar cargas de profundidad, por si llego a lograr que los pasotas y los fanáticos despierten y sean conscientes de cuanto se nos avecina. Porque tengo la impresión de que aquellos que no tienen nada que ver con el mundo de la construcción y todas las empresas auxiliares, les pesa igual el hombro derecho que el izquierdo. ¡Que insensatos!.
Señoras y señores pasotas. El que de inmediato salten a las listas de paro nacionales un aproximado de 600.000, supondrá –cierren ustedes los ojos o los tengan abiertos como platos- que el Gobierno que regirá los destinos de España, a partir del 10 de marzo próximo, tendrá que inventarse medio millón de puestos no productivos –como mínimo- si no quiere tener graves problemas sociales por la gran mayoría de las calles de las distintas regiones. Y esos puestos no productivos los pagaremos –nos guste o no- con un incremento en nuestros impuestos directos e indirectos.
El hecho de que nos engañen en vísperas de elecciones es de Juzgado de Guardia. Porque, hasta donde uno puede alcanzar, el que se vayan a la santa calle, en un abrir y cerrar de ojos, 350.000 trabajadores (que el Gobierno del señor Rodríguez Zapatero veladamente admite); con ellos se van en la misma proporción los de las empresas auxiliares: electricistas, instaladores de cocinas y sus complementos, barnizadores, pintores, estucadores, fabricantes de marcos y puertas, cerrajeros, decoradores, etc., etc. Y aquí, entre estas especialidades hay una que casi siempre se salvó de la quema, en las pequeñas recesiones: los fabricantes de puertas, puesto que es lo último que se instala. Pues, señoras y señores radioyentes, lo que yo denomino “sunami” ya “inundó” este sector… y los “stocks” de puertas ya no pueden crecer más. Por consiguiente, se deja de comprar la materia prima, con lo cual los aserraderos tendrán que apagar máquinas… y en los montes podremos ver más espesura y menos paisaje.
Al pasar de dos a tres millones de parados, los bares, restaurantes, tiendas de ropa, zapaterías y supermercados de alimentación no podrán ingresar en los Bancos la misma totalidad de euros de la caja diaria, con lo cual se verán obligados a despedir o no renovar los contratos de trabajo eventuales (conocidos con el calificativo de “contratos basura”).
A ver si acabamos de entender que el efecto dominó existe y que todos, absolutamente todos estamos interrelacionados.
Si de verdad nos preocupa el futuro de nuestros jóvenes, creo que media España va ha tener que quitarse las orejeras y olvidarse del fanatismo y del odio… excepto toda esa banda de parásitos que viven a cuenta de quienes trabajamos y pagamos nuestros impuestos, sin que ese lastre nacional haya dado un palo al agua, en toda su vida. Porque esos sí que seguirán votando a los que los han prostituido y convertido en sus súbditos.

No hay comentarios: