miércoles, 2 de abril de 2008

Director 2008.04.02

Ayer ha dado comienzo la novena Legislatura, desde que hemos implantado un sistema de regímenes presidencialistas: los que, como tales, están a años luz de los que disfrutan los Países democráticos. Hora debe ser ya para que este juego de intercambio de estampitas cese de una vez y para siempre.
Créanme que no exagero, pues en el día de ayer pudieron comprobar lo que estoy diciendo, si siguieron en directo la comedia que tiene lugar cada cuatro años en el Congreso de los Diputados. Allí, durante el tiempo que destinaron a las votaciones de los aspirantes a ocupar los escaños, y sin necesidad de ser un experto en tertulias políticas, quedó de manifiesto la encarnizada lucha que habrá durante todo el mandato entre el Régimen de don José Luís Rodríguez Zapatero y los Partidos Políticos minoritarios. Partidos Políticos que no dudaron en mostrarle los dientes al Partido Socialista Obrero Español, cuando hicieron gala del poder que pueden ejercer unos y otros. Por un lado, el Partido Socialista Obrero Español les impone a los separatistas a don José Bono (un político que les dará collejas a los “minoritarios”, con el listín telefónico). Y por el opuesto, Vascos, Catalanes y Gallegos le dicen a los ganadores de las elecciones que “ojo con lo que hacen”, pues de ellos depende la embestidura del Primer Ministro de España… a pesar de los once millones de votos conseguidos.
¿De verdad creen ustedes que este sistema debe seguir en vigencia, cuando un Partido Político ganó unas elecciones?...
Si es verdad aquello de “cada quien tiene lo que se merece”, a nosotros los votantes españoles nos toca acudir a las urnas, como los borregos al matadero. Y esa falta de respeto la tenemos merecida, puesto que no analizamos la situación de la Nación, momento a momento… Y nuestros políticos lo saben… Saben que digan lo que digan, y debido a las orejeras que llevamos puestas, votaremos por Candidato de nuestros amores… aunque hasta el día 9 de marzo nos hayan dicho que España seguirá creciendo al 3.1% y que a partir de primavera (siempre creí que la primavera comenzaba el 20 ó 21 de marzo), el paro y la carestía de vida iniciarían su recuperación. Y sin embargo ya hemos rebasado la cifra de los dos millones de parados (cifra que encabeza la tendencia); la botella de butano ha subido un 9% y la inflación se va a situar en una cota de vértigo. Pero el que nos hayan mentido para obtener el triunfo no tiene importancia. Lo importante es que ha ganado el Candidato de mis entretelas. Y si la venta de coches ha bajado un 25.9% y las oficinas de ventas de pisos, un 25% -con lo cual las fábricas y los promotores de ventas no tendrán otro remedio que el despedir a trabajadores y empleados- eso no importa. Lo importante es que ha ganado el Candidato de mis entretelas. Si el problema del botellón sigue ahí y si los traficantes de droga de Penamoa los reubican en mi barrio, eso no importa. Lo importante es que ha ganado las elecciones el Candidato de mis entretelas.
Y lo más triste , lo que demuestra porqué nuestros políticos nos tratan como si padeciésemos una minusvalía mental, es que todavía se pueden leer declaraciones de funcionarios que nos dicen: “si el Alcalde ya dio su palabra, no puede ser que la incumpla”.
Ojalá que los Partidos de izquierdas, algún día, no muy lejano, nos conviertan a todos en funcionarios. Y a partir de ahí seremos felices y comeremos perdices.
Luís de Miranda.

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