martes, 15 de abril de 2008

Director 2008.04.15

Durante mi vida laboral he ocupado puestos de responsabilidad indirecta, de responsabilidad directa y de alta responsabilidad. Pues bien, en todos ellos tuve que demostrar hasta qué punto mi formación profesional iba en consonancia con el puesto que la Gerencia o la Presidencia me había ofrecido. Y ello era normal, y debe seguir siendo así, ya que se trata de gestionar y tomar decisiones, después de haber intercambiado datos y argumentos con profesionales del mismo nivel. ¿Se imaginan ustedes –por poner un ejemplo entendible- que un o una Ministra de Sanidad tenga que tomar una decisión sobre si se debe o no detectar una enfermedad con tales o cuales sistemas de precisión y análisis –ante las estadísticas aportadas por los más grandes especialistas internacionales sobre la materia- y que la persona que mantiene dicha Cartera tenga por estudios y experiencia el reciclaje del papel y el cartón?...¿Dormirían ustedes tranquilos si quien tiene la responsabilidad de la seguridad ciudadana, le provoca sarpullido un arma de fuego?... ¿Y que piensan ustedes si quien tiene la dirección de nuestras Fuerzas Armadas se confiesa contraria a la unidad de la Patria y , por añadidura, siente animadversión al Ejército y lo que éste representa?...
El nombramiento de doña Carmen Chacón como Ministra de la Defensa es una decisión que no acaba de calar entre la población española. No, porque sea mujer. No, porque esté embarazada. No, porque sea catalana. (Bases éstas en que se apoyará la maquinaria del régimen). Pero sí, por ser catalanista radical (confesado por ella) y por creer que el Ejército es una máquina de matar… a la que ella convertirá en una ONG o en una versión mixta de las Hermanitas de los Pobres.
Los que hemos tenido el honor de servir a la Patria a través del Ejército, y en el día de ayer, tras la toma de posesión del nuevo cargo que le encomendaron a doña Carmen, oír los vivas a la Patria y al Rey, en boca de ella… es como para echarse a llorar o algo peor. Y dudo mucho que los militares de carrera, como quienes están voluntariamente en las filas del Ejército, se hayan sentido orgullosos de tan triste espectáculo y, por el contrario, se hayan sentido como repulsivos títeres en manos del señor Rodríguez Zapatero. Porque lo que ignora esta señora es que cuando algún individuo (sea mujer ó hombre… por cierto se escribe “o” y se pronuncia “u”, por aquello de la LOGSE) decide ofrecer su vida por la defensa de su País, es consciente de los riesgos que puede correr a lo largo de su milicia y que tal vez, sólo tal vez, tenga que recurrir al uso de las armas, en su propia defensa y, por añadidura, en la de la Patria. Pero esa posible situación (si algún día llegase) no le da derecho a los demagogos, a los falsos moralistas, a los cobardes, a tildarlos de fascistas y asesinos. Y ese tipo de individuos , que tanto se semejan a la escoria, llegado el momento de encontrarse cara a cara con la milicia, se arrugan y niegan los adjetivos que vienen usando entre ellos… puesto que en nuestra querida España llamar asesino a no importa quien sale gratuito.
Luís de Miranda.

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