jueves, 5 de junio de 2008

Director 2008.06.05

Desde que en el día de ayer hemos podido leer los titulares de Prensa, en los que parece ser que se anunciaba una nueva ordenanza local que prohíbe (¿o debo decir prohibía?) el maldito “botellón” en la Plaza del Humor, las llamadas de teléfono a cualquier medio informativo, así como los descalificativos a nuestras autoridades locales en los llamados “corrillos de bares”, no se hicieron esperar. ¿Desde cuando la juventud (remontémonos a la década y siglo que ustedes quieran) necesitó el alcohol para divertirse?... ¿Desde cuando un vecino que paga sus correspondientes impuestos, tiene que pedir permiso a esa banda de impresentables para entrar en su propio hogar?... ¡Ah!. Y cuidado cómo y de qué manera pide ese permiso. Porque si no es del agradado de los “ocupantes”, la fachada y el portal de su residencia se convertirá en un urinario público… como mal menor… ¿Y qué creen ustedes que pasaría si la persona agredida se dirige a “los municipales”: los que, según nos confesaron testigos y residentes de la Plaza del Humor, presencian todos los desmanes que se originan con una indiferencia pasmosa?... Pues eso… justo eso que están pensando.
Sin embargo, y con el permiso de ustedes, quisiera levantar una bandera a favor de los policías sin graduación. Porque un Policía sin graduación es una clonación de un robot, ya que cualquier dictadura que se precie les prohíbe pensar, así como el cumplimiento de cualquier normativa, hasta tanto en cuanto el superior de turno no levante el bastón de mando o baje el dedo pulgar, como en la época romana.
Una radioyente me comentaba hace dos o tres semanas que ahora, desde que se acordó el vergonzoso y antidemocrático “pacto del Tinell”, el que se cumplan o no las ordenanzas ya no les preocupa, puesto que no les importa perder equis decenas de votos, ya que la alianza PSOE-BNG les permite reírse de todos los votantes. Lo que quizás puede preocuparles un poco es parte de las llamadas “movidas Coslada”.
Con lo que está cayendo por España adelante, desde hace unos cuatro años, es perdonable este tipo de conclusiones.
En las manos de nuestros políticos encomendamos nuestro espíritu. De ellos depende la credibilidad de un País. Y un País incrédulo, créanme que es muy peligroso. ¿O no?.
Luís de Miranda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sr. Director:

A ver si un día invita al programa "Vecinos" a Paco Vázquez.

Debería de llamarlo y quedar con él porque por lo que se ve últimamente viene mucho por la cuidad (ayer mismo dió una conferencia aquí) y algunos día atrás también nos visitó.

Aunque tenga que grabar el programa y no pueda ser en directo creo que debería hacer todo lo posible para que se pase por los estudios de la emisora y que tengan una conversación.