Tres o cuatro llamadas de teléfono a nuestra Emisora fueron para criticar a los responsables de tanta y tanta obra que están en marcha en la ciudad de La Coruña.
“Parece que estamos en Madrid”.- Nos comentó una voz joven.
“Don Javier Losada quiere emular al señor Ruiz Gallardón”.- Así se expresó con tono irónico, otro de nuestros radioyentes.
“¿Por qué se espera a la llegada de los turistas para poner la ciudad de cabeza?”.- Se pregunta una señora que se identificó como una jubilada que vive en Linares Rivas.
A esta última persona es fácil contestarle ya que nuestra climatología local no permite obras de gran envergadura, en los meses próximos a la llegada y/o salida del invierno. Lo que sí debemos tener en cuenta es que los trabajos de larga duración - por lo anteriormente expuesto- no sería justo contratarlos en meses de corta luz solar y de posibles lluvias. Por lo tanto, a nuestro humilde entender creo que nada podemos reprocharle a la Concejalía correspondiente. Al mismo tiempo entiendo que aquellos que tuvimos y tienen que sufrir ciertos trabajos de infraestructura o de renovación, es casi normal que se enfaden, pero antes de echar “culebras por la boca” deberíamos pensar que, una vez finalizados los trabajos, por el disfrute del cercano futuro bien valió la pena la paciencia y la espera. Y gracias a nuestra comprensión -aun siendo conscientes de que falta mucho por hacer- vivimos en una ciudad que ya quisieran para sí el 80% del resto de las que componen nuestra querida España.
Luís de Miranda.
“Parece que estamos en Madrid”.- Nos comentó una voz joven.
“Don Javier Losada quiere emular al señor Ruiz Gallardón”.- Así se expresó con tono irónico, otro de nuestros radioyentes.
“¿Por qué se espera a la llegada de los turistas para poner la ciudad de cabeza?”.- Se pregunta una señora que se identificó como una jubilada que vive en Linares Rivas.
A esta última persona es fácil contestarle ya que nuestra climatología local no permite obras de gran envergadura, en los meses próximos a la llegada y/o salida del invierno. Lo que sí debemos tener en cuenta es que los trabajos de larga duración - por lo anteriormente expuesto- no sería justo contratarlos en meses de corta luz solar y de posibles lluvias. Por lo tanto, a nuestro humilde entender creo que nada podemos reprocharle a la Concejalía correspondiente. Al mismo tiempo entiendo que aquellos que tuvimos y tienen que sufrir ciertos trabajos de infraestructura o de renovación, es casi normal que se enfaden, pero antes de echar “culebras por la boca” deberíamos pensar que, una vez finalizados los trabajos, por el disfrute del cercano futuro bien valió la pena la paciencia y la espera. Y gracias a nuestra comprensión -aun siendo conscientes de que falta mucho por hacer- vivimos en una ciudad que ya quisieran para sí el 80% del resto de las que componen nuestra querida España.
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