miércoles, 18 de junio de 2008

Director 2008.06.17

Me pregunté más de una vez, por qué me atrajeron siempre las “citas”… y no encontré la respuesta. Es muy posible que las mil y una frases de la Historia, dichas y/o escritas por personajes inteligentes (unos, en el anonimato y otros sin esconderse), sigan teniendo vigencia durante años y años, para asombro de propios y extraños.
Reconociendo que tiendo (quizás, por deformación profesional) a llamar la atención de personas que cometen errores inconcebibles (yo los cometo a diario, pero los míos no tienen ninguna trascendencia: ni económica, ni social), ello se debe a que desde mi etapa infantil hasta la fecha nunca he soportado, ni soporto, a los aduladores, por varias razones. Y una de ellas la podemos encontrar en los escritos de George Chapman: “los aduladores se parecen a los amigos, como los lobos a los perros”. Si bien Plutarco fue más convincente: “los cazadores atrapan las liebres con los perros; muchos hombres atrapan a los ignorantes con la adulación”.
A pesar de que una minoría (afortunadamente, para mí) me sigue recordando que tenga cuidado con el poder, porque el poder tiene la sartén por el mango y puede derramar todo el aceite hirviendo sobre mí… yo sigo en mis trece: defendiendo los pilares que sostienen a la democracia, sin recurrir a la adulación o a la genuflexión.
¿Qué puedo equivocarme en mis análisis?... Jamás lo he puesto en duda. Pero lo que no soporté nunca, ni soportaré, es a ese tipo de personajes que se esconden en el anonimato… y dañan a terceros –en nombre de mis presuntos pecados- por no atreverse a dialogar conmigo, cara a cara, a pesar de haberlos invitado en varias oportunidades.
Y ahora recurro, con el permiso de ustedes a Herodoto: “ningún hombre es tan tonto para desear la guerra y no la paz; pues en la paz, los hijos llevan a los padres a la tumba. Y en la guerra son los padres quienes llevan a sus hijos a la tumba”.
Para terminar y dejar muy clara mi posición, transcribo una “cita” de doña Concepción Arenal: “la democracia, como la aristocracia, como todas las instituciones sociales, llama calumnias a las verdades que le dicen sus detractores…y justicia, a las lisonjas de sus parciales”.
Creo que queda todo dicho y que ustedes lo han comprendido.
¡Ah!. Acepto la sugerencia de que invite a los señores Marcos y Corcoba al programa “Vecinos”, según el “e-mail” que hemos recibido, desde un anónimo.
Luís de Miranda

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por el programa "Vecinos" de ayer, ha sido una charla muy interesante con sus dos invitados.
(Y esto no es adulación, sino un simple comentario)
Un Saludo