miércoles, 16 de julio de 2008

D irector 2008.07.16

Para cualquier pueblo marinero o que sienta la mar como parte de si mismo, la Festividad del Día del Carmen es para ese pueblo y para nosotros, los gallegos, junto con el Día de Santiago Apostol, las fechas más emotivas y reconfortantes de todo un año.
En esta fecha, creyentes y agnósticos, elevan al más allá la esperanza de que quienes se entregaron a la mar, descansen en paz y velen por aquellos que todavía seguimos al pie del cañón. Los primeros, celebrando una Misa por sus seres queridos, murmurando una oración de esperanza y lanzando a las aguas una corona, como símbolo cerrado de respeto y admiración. Y los segundos (me refiero a los no creyentes) presenciando en silencio los actos conmemorativos del Día de la Salvaguarda de los hombres y mujeres de los mares., sin descartar que pueda haber algo de cierto después de más de 20 siglos de experiencias vividas.
Y con el permiso de todos ustedes, en esta fecha quiero recordar a una gran señora y cantante que he conocido (allá por la década de los 70 en la Ciudad Jardín de Venezuela, Maracay, en casa de una amiga común), la que hoy hace 5 años nos dejó para siempre. Aquella encantadora y buena mujer se ha hecho llamar doña Celia Cruz. Y curiosamente, su íntimo amigo del alma se llamó “Compay Segundo” y se fue de este mundo 48 horas antes que ella.
Quiero pensar que los cubanos que nada tienen que ver con esa locura, a la que el sanguinario dictador Fidel Castro, le asignó el slogan de “Socialismo o muerte”, le pedirán a doña Celia Cruz que interceda por ellos, donde quiera que se encuentre, y que algún día puedan pisar la bella isla cubana y recorrerla con libertad , cuando a cada uno le venga en gana. Y que nunca, nunca, ningún cubano tenga que morir fuera de su isla, por culpa de una banda de asesinos que encabezaron un olvidado Fin de Año los camaradas Fidel Castro y el argentino Che Guevara.
Pero dejémonos de miserias humanas y oigamos a doña Celia Cruz… con su inconfundible léxico y estilo.
Luís de Miranda.

No hay comentarios: