miércoles, 10 de diciembre de 2008

Director 2008.12.10
Es tan cansino este dichoso tema, que hasta cuando me siento ante el ordenador, pareciera que éste quiere jugarme una mala pasada, pues intenta borrarme cuanto ya llevo escrito. Está tan manido este dichoso tema que hasta quienes predijeron que “falaríamos galego con suor e bágoas, inda que teñamos que meter a mitade da Galiza nas cárceres”, se están dando cuenta que las imposiciones por “el calificativo usado por el Alcalde de Leganés” les estan dando unos resultados negativos. Y es que no se puede llegar al poder, como elefante en una cacharería, e intentar imponer algo que debemos cuidar con mimo (es cierto)… pero sin amenazas de cárcel, de cierres de negocios, de concesiones de posibles subvenciones, etc., etc. O lo más triste todavía… Premiar a quienes saben hablar y escribir la Lengua de Curros Enríquez, de Castelao, de Álvaro Cunqueiro, de Otero Pedrayo, de Celso Emilio Ferreiro, de Manuel Murguía, de Rosalía de Castro… ¿sigo?... Decía. Premiar a quienes deben ser buenos profesionales en la Medicina o en el Derecho, por hablar la Lengua de Condal; y no, por su especialización. Y es que, señoras y señores, el fanatismo no sabe de límites de fronteras. El fanatismo y el “papanatismo” fueron siempre de la mano y acompañados por cientos de analfabetos, que van aplaudiendo en la comitiva.
Ayer, según información llegada por distintos medios de comunicación gallegos, el señor Quintana se quejó de que el “gallego” (como idioma) está perdiendo en la calle, si bien en la escuela y en el Parlamento, se va enraizando.
Señor Quintana, va a perdonarme (expresión ésta bien gallega, por cierto), pero si nuestros hijos y nietos nos han oído, hasta la extenuación, que aquel dictador ferrolano nos impidió hablar gallego, so pena de que si algún comisario político (como los que tenemos ahora) nos oía podíamos terminar en la cárcel o simplemente en la Comisaría, con unas cuantas bofetadas encima… resulta que usted y sus adláteres nos vienen imponiendo esa misma dictadura franquista, pero en sentido inverso.
Vamos a ver, caballero, ¿quiere usted explicarme por qué se criticó al régimen de Franco por no dejarnos hablar en gallego; cuando, ahora, el régimen actual (del que usted forma una parte muy importante) nos prohíbe hablar en castellano?... Seguro que si a cualquier militante o simpatizante del B.N.G. le hago esta pregunta, me responderá con insultos –como mínimo-, aunque me inclino a pensar que me tratará de fascista español, enemigo de Galicia, hijo de puta y algunas lindezas más. .. ¿Verdad que si?... Pues mire por donde ya coincidimos en algo.
¡Hay que ver cuanto cambian ustedes los políticos, asi que se suben a la poltrona, usan guardaespaldas, coches de gran cilindrada y lujo, tarjetas de crédito oro y comen en restaurantes de cinco tenedores y beben vinos cuyas etiquetas jamás habían tenido ante sus ojos!. Y todo ello a costa de nuestros impuestos, a costa de nuestro sudor y lágrimas y a costa de que nos quedemos en la calle, por falta de trabajo. ¡Ah!... Nuestros jóvenes hablan y escriben en gallego… ¿y donde está el trabajo para todos los gallego-parlantes?... ¿En Toledo y Guadalajara tendrán muchas más oportunidades que los castellano-hablantes?...
Dejen al pueblo en libertad y que sea él (el pueblo) y sólo él (el pueblo) quien decida el futuro de sus hijos.
Luís de Miranda.

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