jueves, 8 de enero de 2009

Director 2009.01.08

Una vez oídas las declaraciones que ha hecho el futuro Presidente de los EE.UU., encontré en ellas una postura correcta sobre la situación actual en el conflicto Palestino e Israelita. Y es que lo que no se debe ni puede hacer es lo que la gran mayoría de los medios informativos españoles (afectos al régimen o los subvencionados por el Gobierno actual) están “lanzando” a los cuatro vientos, para un mejor “lavado de cerebro” de quienes iremos a las urnas… en las citas posteriores. Porque no olvidemos que tales medios de desinformación partidista lo que están buscando es que nos decantemos por uno de los dos platos de la balanza, mostrándonos imágenes de un solo lado. Puesto que, si somos imparciales y honestos, aceptaremos dichas informaciones como campañas de desprestigio hacia el Gobierno sionista. ¿Por qué?.- Se preguntarán los simpatizantes de Hammas. Pues muy sencillo. Porque si tenemos en cuenta que a Gaza les está prohibida la entrada a los medios de información internacionales, todo ese material que están distribuyendo al mundo está pasado por el filtro de la censura más férrea y contaminante.
Aquí, en nuestra amada España, nuestro Gobierno y sus adláteres jamás han mencionado ni mencionan los más de siete mil misiles que están cayendo sobre la población civil del sur de Israel. Y sin embargo recogen, sin el menor pudor, las imágenes palestinas y nos las ofrecen como “actos de barbarie” cometidos por el pueblo sionista.
Y yo me pregunto, ¿es esto cuanto nos han enseñado nuestros antecesores para ejercer el periodismo imparcial?... Que yo recuerde, se nos ha dicho siempre que los periodistas somos unos simples “notarios de la información”; no, unos mercenarios al servicio del mejor postor.
Es triste, muy triste, que a estas alturas del siglo XXI no sepamos resolver los problemas culturales entre etnias de distinta formación, cuando los avances tecnológicos nos permiten llegar a no importa dónde. Es más. A través del mundo de Internet o simplemente a través de comunicaciones radio-telefónicas con distintos congéneres, podemos llegar a estudiar la realidad del presente y cimentar la realidad del futuro… sin demagogia de ningún tipo.
Hoy, por mucho empeño que pongamos en ocultar algo trascendente, la verdad se abre camino sin importarle las consecuencias.
Queridos radioyentes, métanse en la cabeza que a Hammas le interesa mezclarse con la población civil; para que, en caso de respuesta a sus ataques, Israel aparezca ante el mundo como una Nación que comete “crímenes contra la humanidad” y así sus enemigos tienen motivos más que suficientes para desencadenar una campaña de desprestigio contra todos los sionistas de la Tierra.
Lo que sucede en ese lugar del globo es que Palestina condensa a 4.166 habitantes por Km/cuadrado. Y con esa densidad de población, con tan sólo gritar “¡bomba!”… la desbandada provocaría decenas de muertos. Esto por una parte. Y por la otra, a Irán le interesa tener ese “avispero” agitado, para que vaya “limpiando” –en caso de que sea posible- a los árabes moderados… e imponer definitivamente el Islam en toda la zona sur del Mediterráneo; ya que, el odio que se tienen los árabes y los islamistas radicales, no es ningún secreto. Por consiguiente –siempre recordando a don Felipe González Márquez- nuestro Gobierno nacional debe tener mucho cuidado en agitar el “pañuelo palestino” y poner en pie de guerra mediática a una gran parte de la nación española; porque esas consecuencias serán el “punto y seguido” de nuestras actuales relaciones con los EE.UU. de Norteamérica. El pensar que el futuro titular del despacho oval va a dar la espalda a Israel (su aliado fiel, al cien por cien) y ponerse del lado de Países que sienten una atracción por los grupos terroristas… es un craso error.
Israel tiene que mantener la marcha incontrolada de los islamistas radicales, capitaneada y sufragada por Irán. Y esta operación que se está llevando a cabo estos días no ha surgido espontáneamente. Se venía estudiando desde hace prácticamente un año, mientras el sur de Israel seguía recibiendo misiles y enterrando a sus habitantes. De ahí que ahora –cuando existen unas semanas de vacío gubernamental en los EE.UU.- el Estado de Israel salga en defensa de sus ciudadanos, mientras que Hammas exponga a la población civil, para convertirla –según ellos- en mártires de Mahoma y manipular las conciencias de otros pro-terroristas.
Por favor, señoras y señores, dejémonos de cerrar los ojos a la realidad y pensemos que nuestro futuro, el de España, no está ni estará jamás en manos de grupos terroristas. España, sabe de guerras, más que ningún otro País europeo, y es por ello que dejemos de ver a Israel como el enemigo nª 1 y como País genocida. Lo que está haciendo –como lo tendrá que hacer todo País que ame a sus ciudadanos- es defender a su población… a costa de lo que sea. Pero eso sí, que no haga como los nefastos presidentes que tuvo EE.UU., y de apellido Bush: las guerras si se inician, por desgracia, hay que terminarlas. Porque de dejar ésta sin acabar sería tanto como darle un buen balón de oxígeno a Hammas y un Pasaporte a Irán. Y eso no beneficia a la estabilidad en aquella área, ni a la europea (y por tanto, la nuestra), ni tampoco a una gran área del Pacífico.
Para ello sólo debemos ser honrados y reconocer qué País es el que está constantemente provocando al vecino.
Luís de Miranda.

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