lunes, 12 de enero de 2009

Director 2009.01.12

Vista las imágenes que en los informativos del día de ayer se no han ofrecido a través de las distintas Emisoras de Televisión nacionales, mi asombro sigue en aumento, puesto que no acabo de entender adonde nos piensan llevar estos partidarios de las izquierdas españolas, así como los separatistas y los anticonstitucionales. Por momentos, tengo la impresión de que existen unos cuantos millones de hispanos que están buscando un desmoronamiento de nuestro sistema casi democrático, desde hace poco más de cuatro años; y, al mismo tiempo, la ruptura definitiva con los Países occidentales y verdaderamente democráticos.
A sólo ocho días del juramento del señor Obama como Presidente de la mayor potencia del mundo, y después de las manifestaciones del día de ayer en distintas ciudades de nuestra piel de toro (bendecidas y alentadas por nuestro Presidente del Gobierno español), las futuras relaciones diplomáticas entre los EE.UU. de Norteamérica y España no van a mejorar un ápice, puesto que en ningún momento estamos dando muestras de que los ataques con misiles, por parte de Palestina y su organización terrorista Hammas contra la zona sur de Israel se estén condenando, cuando son ellos, los palestinos, los que están provocando la inestabilidad de la zona.
El señor Obama es consciente de que una vez haya hecho su juramento como Presidente de los EE.UU. tiene dos frentes abiertos que debe silenciar de inmediato: Afganistán y Palestina. En Afganistán, reforzando el contingente militar existente. Y en Palestina (apoyada con todo su poder y fanatismo por Irán), dejando muy claro que Israel es su aliado más fiel y que, ante los ataques continuos de Hammas a su territorio –violando los acuerdos internacionales de paz- Israel tiene todo el derecho para preservar la seguridad de sus habitantes. Y si las negociaciones diplomáticas son desoídas por una de las partes (en este caso concreto, por parte de los terroristas), ¿quieren ustedes decirme de qué modo se detienen los ataques palestinos?... ¿Condenando a Israel por defender a los suyos y tachándole de genocida?
Visto lo que estamos viendo en los distintos canales de Tv, el Gobierno de España y una pequeña parte de sus súbditos se está decantando por la desaparición del Estado de Israel… o, quizás, aunque no tengan el valor de confesarlo, por el exterminio total de los sionistas. En una palabra, volver a finales del siglo XV y principios del XVI, cuando los Reyes Católicos los expulsaron de España. ¿Es ahí adonde queremos regresar… y darles a los radicales del Islam “carta blanca” para que los expulsen del Globo terráqueo?... ¿Han protestado ustedes, irresponsables manifestantes, cuando en aquel “septiembre negro”, Jordania asesinó a 14.000 palestinos, en sólo dos días?... ¿Acaso no se dan cuenta que las restantes facciones palestinas (terroristas, también) están “mirando para otro lado” pidiéndole a “Alá” que terminen los israelitas, de una vez, con Hammas?... Y todo este “montaje” que protagonizaron unos mil anti-sionistas se debe a que en nuestra amada España no existe en estos momentos un Partido Político que haga oposición al Gobierno de las 17 “taifas”, ni que haya hecho una petición de “alto al fuego”… para los dos bandos. Y no sólo, como insiste don José Luís Rodríguez Zapatero, al bando israelita.
Señores manifestantes, ¿son en verdad conscientes de lo que están generando?... Porque si es así, aténganse a las futuras y próximas consecuencias. Y después de este grave error no se lamenten, puesto que los Países avanzados y democráticos lo que buscan es el equilibrio mundial: un equilibrio basado en negociaciones y entendimiento, donde cada Nación pueda hacerse respetar por los inadaptados.
¿Tan difícil de entender es que cada Nación tiene el pleno derecho a defender sus fronteras y sus habitantes?... Si para algunos de ustedes esto no es justo, les recomiendo que se vayan “con la música a otra parte”. Aquí, en este mundo mundial, no tienen cabida.
Lo que cada uno busca, en pleno siglo XXI, es vivir a costa de un trabajo digno y formar un hogar donde nuestros descendientes beban amor y respeto, y donde la envidia y el odio sean asignaturas obsoletas. El veneno del expansionismo no tiene cabida en los momentos actuales, por muchos esfuerzos que unos pocos lleven a cabo. Hoy lo que tiene que primar son las ayudas y las colaboraciones entre Naciones. Las guerras dejémoslas descansar en las páginas de los libros de Historia.
Luís de Miranda.

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